
Conexión con la naturaleza
Las investigaciones del naturalista Jon Young demuestran que la conexión con la naturaleza es beneficiosa tanto para la integración sensorial como para la regulación emocional. La terapeuta ocupacional Kathleen Lockyer prescribe la conexión con la naturaleza para mejorar, e incluso revertir, los síntomas de los Trastornos del Procesamiento Sensorial, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Conexión con la naturaleza
Basado en el trabajo de Jon Young, Ellen Haas, Evan McGown y Connection 1st.
El sistema nervioso humano evolucionó en la naturaleza y sigue estando diseñado para responder a las señales que ésta le ofrece. Algunos profesionales de la salud recetan ahora pasar tiempo en la naturaleza para aliviar síntomas como la hipertensión, el estrés, la tensión alta, la ansiedad y la depresión. En su libro Kith, la autora Jay Griffiths explora cómo los niños que crecen pasando tiempo en la naturaleza tienen menos problemas de salud de este tipo.
Richard Louv describe la conexión con la naturaleza -distinta del contacto con ella- como "vitamina N", un ingrediente clave para el bienestar humano y para contrarrestar el "trastorno por déficit de naturaleza". Las investigaciones del naturalista Jon Young demuestran que la conexión con la naturaleza es beneficiosa tanto para la integración sensorial como para la regulación emocional. La terapeuta ocupacional Kathleen Lockyer prescribe la conexión con la naturaleza para mejorar, e incluso revertir, los síntomas de los Trastornos del Procesamiento Sensorial, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
Prueba los siguientes ejercicios, basados en el trabajo de Jon Young, ya sea en secuencia o de uno en uno.
Actividades
Radar corporal
Tu cuerpo puede guiarte intuitivamente hacia descubrimientos y experiencias sorprendentes en la naturaleza. Haz una pausa de quietud y silencio. Cierra los ojos y sintoniza con la guía inconsciente de tu cuerpo. Si te resulta útil, puedes expandir primero tus sentidos (ver más abajo). Imagina un lugar natural en el que te gustaría acabar: un lugar frondoso, acuático, arenoso, pedregoso, sombreado, soleado, con hierba, etc. Imagina todas las formas en que tu cuerpo se sentirá bien cuando llegues. Imagina que ese lugar te está esperando y que tu cuerpo puede ayudarte a encontrarlo.
Intenta extender una mano o un dedo, como la aguja de una brújula. Gira físicamente el cuerpo hasta que sientas que una dirección tira de ti. Esa sensación puede ser un hormigueo, un calor, una sensación en las tripas o un conocimiento inexplicable. Comienza a moverte lentamente en la dirección elegida. Detente periódicamente para volver a consultar tu radar corporal. Ve adonde te lleve el cuerpo
usted. Deja que tu Radar Corporal continúe como un Vagabundeo Intemporal (ver más abajo) o hasta que encuentres
el lugar que te estaba esperando.
Deambular sin tiempo
Concédete tiempo para vagar sin tiempo ni estructura. Irónicamente, establecer un límite de tiempo en un dispositivo móvil puede ayudarle a relajarse en la atemporalidad. Deambula por el paisaje sin destino, agenda ni propósito. Olvídate de pensar en el futuro y vive el momento. Salga del sendero o de donde le lleve su curiosidad. Sigue la luz del sol, una mariposa o el sonido del agua. No tienes tareas que cumplir, ni un lugar concreto al que ir. La gente suele hacer planes y seguir agendas, lo que puede limitar la conciencia de lo que puede estar ocurriendo en la naturaleza en ese momento. Deambular te ayuda a darte cuenta de lo que la naturaleza te ofrece en este momento. Es una buena manera de romper viejos hábitos y conectar con la naturaleza a tu manera.
Sit Spot
Busca un lugar en la naturaleza donde puedas estar simplemente quieto y en silencio. Siéntate en ese lugar a solas, a menudo. Visítalo con frecuencia para que te resulte familiar. Empieza a conectar con la naturaleza en este lugar, absorbiendo las muchas lecciones que la naturaleza te ofrece. Conoce toda la naturaleza de este lugar con curiosidad y asombro. Contempla las diversas formas de vida en función del tiempo, las estaciones y las horas del día. Si te sientas en silencio, puedes convertirte en un miembro aceptado de la comunidad natural y observar cosas que muchos humanos pasan por alto. Puede ser útil establecer un límite de tiempo en un dispositivo móvil, o traer un pequeño cuadrado de cartón o espuma para sentarse.
Un buen lugar para sentarse puede estar casi en cualquier sitio. Lo ideal es que esté en un lugar de fácil y frecuente acceso, cerca de agua, refugio y alimento para la fauna. Lo ideal es que puedas evitar daños, peligros o dañar un paisaje frágil. En las zonas urbanas, prueba en un parque, un descampado, una acera, un jardín en la azotea, una calle arbolada, una zanja detrás de un campo de juego o un lugar con actividad de aves. En las zonas rurales, aprende a tener encuentros seguros con mordeduras, picaduras, garrapatas, osos o serpientes. Los niños pueden crear lugares acogedores en un patio/jardín y encantarlos con magia. No se trata de la calidad del lugar, sino de la atención que le prestes.
Amplíe sus sentidos
Utiliza todos tus sentidos, de uno en uno, y juntos. Expándelos todo lo que puedas, extendiéndote hasta los bordes. Centra tu atención en cada sentido. Amplía tu vista hasta incluir tu visión periférica para notar los movimientos. Escucha los sonidos de los pájaros, cercanos y lejanos, el viento o el agua moviéndose sobre la tierra. Nota desde qué dirección te toca el sol. Este tipo de meditación sensorial comienza centrándose en el exterior de uno mismo, ejercitando la conciencia sensorial del entorno natural. Si la practicas con regularidad, podrás revivir, descubrir o apreciar otras formas de percibir, y ser capaz de evocarlas, animarlas o inspirarlas en los demás.
Escuche el lenguaje de las aves
Mantén tu propia presencia en silencio. Quédate quieto y escucha. Abre los ojos y los oídos para percibir las señales vocales de los pájaros y el lenguaje corporal de otras criaturas. Percibe todas las señales no verbales y sutiles de la naturaleza que están sucediendo y vibrando a tu alrededor.
El lenguaje de las aves ofrece información sobre muchas formas de vida en cualquier paisaje, con una serie de significados que los humanos pueden aprender a interpretar y comprender. Mientras realizan sus actividades cotidianas, muchas aves utilizan cuatro variedades de señales básicas. Entre ellas se incluyen el Canto de los pájaros, la Mendicidad juvenil, la Llamada de compañía y las Llamadas de agresión. Utilizan una quinta variedad, las Llamadas de Alarma, para decir "cuidado". Puede que haya un depredador cerca o que alguien se acerque a su nido. Muchas alarmas reconocibles pueden ayudarle a darse cuenta de qué más puede estar ocurriendo en el paisaje. (Excepto la familia de los córvidos, que incluye arrendajos, cuervos, urracas, grajos, grajillas y cuervos, que tienen diferentes patrones en sus llamadas).
Recursos relacionados Referencias
Guía de autocuidado: Naturaleza
Griffiths, Jay. Kith: The Riddle of the Childscape. Hamish Hamilton 2013.
Lockyer, Kathleen. 2018. "Sentido de la naturaleza: Sintonizando con el manual de instrucciones de la naturaleza"
https://rxoutside.com/2018/12/nature-sense-tuning-into natures-operating-manual/
Louv, Richard. Vitamina N: la guía esencial para una vida rica en naturaleza. 500 maneras de enriquecer la salud y la felicidad de tu familia y tu comunidad. Algonquin Books 2016.
Louv, Richard. El principio de la naturaleza: Reconectar con la vida en una era virtual. Algonquin Books 2011.
Louv, Richard. El último niño en el bosque: Saving our Children from Nature-Deficit Disorder. Algonquin Books 2008.
Young, Jon, Ellen Haas y Evan McGown. Guía del coyote para conectar con la naturaleza. Owlink Media 2010.
Young, Jon. Lo que sabe el petirrojo: cómo las aves revelan los secretos del mundo natural. Houghton Mifflin 2012.
www.livingconnection1st.net